ESTILO ART DECO
Si al escuchar Art Decó, lo primero que se te viene a la cabeza son los rascacielos de Nueva York o el palier de la abuela, es hora de repasar bien de qué se trata y como podes aprovechar este potente estilo para darle a tu espacio un manto de elegancia y clase.
Hoy te contamos cuáles son las características principales que definen esta estética, mientras repasamos el contexto histórico en el que se sustentan, con todo esto resulta mucho más fácil identificar esa pieza clave que estás buscando.
El estado de ánimo es todo en el estilo Art Deco y la iluminación es crucial para crear la atmósfera adecuada. Los apliques y las antorchas que iluminan hacia arriba y hacia abajo crean dibujos que dan mucho dinamismo al espacio.
Los detalles decorativos de estilo Art Decó fueron futuristas para su época, con materiales pulidos y brillantes como el cromo y el bronce, en muchos de ellos destaca la influencia geométrica que es un sello distintivo del estilo Art Decó.
La iluminación mantiene una elegancia fundamental. Los rayos de sol son un motivo Art Decó muy popular.
Los interiores decorados en estilo art déco a menudo presentan superficies reflectantes, accesorios de iluminación elegantes, una combinación de colores mínima y muebles modernos.
CÓMO DECORAR CON EL ESTILO ART DECÓ
La característica formal más importante del art déco es la predominancia de los elementos geométricos. Dentro de esto, destacan varios aspectos.
• El empleo de la línea recta como elemento primordial, combinaciones de la línea y uso del zig-zag. Además del uso frecuente de curvas, espirales y circulos, siempre subordinados al sentido geométrico y la simetría. También predomina el gusto por las figuras geométricas del hexágono y el octágono, y ocasionalmente del cubo.
• El colorido participa audazmente en los textiles, cerámica y materiales tales como la baquelita y el plástico en los que se hace la imitación de jade, ámbar, etc., también en la decoración de interiores y en el recubrimiento de exteriores.
El art déco se caracterizó por ser refinado, elegante y sensual, en consonancia con el espíritu de la época, que pretendía el avance hacia la modernización técnica y el progreso económico tras la Gran Depresión. Parte de su refinamiento provenía de un lenguaje estético culto, que bebía de las referencias de diferentes estilos estéticos.